Los nuevos caminos del nomadismo digital

Al ya conocido trabajo a distancia se suma ahora una nueva tendencia en las organizaciones, los nómadas digitales: trabajadores que realizan sus labores diarias 100% en teletrabajo y desde cualquier parte del mundo. Las empresas están comenzando a vislumbrar sus ventajas y también los desafíos que trae, para los que algunas ya se están preparando.

 

Hablar de las diversas formas de relacionarnos laboralmente hoy en las organizaciones, como el teletrabajo, las reuniones virtuales, los webinar o el trabajo híbrido es algo cotidiano. Sin embargo, mientras las empresas chilenas aún se están adaptando a estas nuevas formas de trabajar, un nuevo fenómeno emerge con fuerza en todo el mundo: el nomadismo digital.

Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el término “nómade digital” –que apareció por primera vez en 1997- se refiere a un “estilo de vida independiente de la ubicación, en constante movimiento y habilitado por la tecnología”. En el ámbito laboral se define a las personas que se suscriben a este nomadismo digital como “trabajadores remotos transfronterizos”.

De acuerdo a un paper publicado este año por el organismo internacional, “trabajar de forma remota permite acceder a un entorno de mayor calidad de vida y elegir un régimen fiscal más favorable”.

Destaca, además, que la irrupción de este fenómeno ha estado facilitada en los últimos años por “el despliegue global de Internet de alta velocidad, las herramientas de videoconferencia, las plataformas de colaboración en línea para equipos y los accesos a la nube”.

Todos estos avances, sumados al efecto COVID, han hecho crecer vertiginosamente esta tendencia. Sólo en Estados Unidos, 15,5 millones de trabajadores se definían a sí mismos como nómadas digitales en 2021, el doble que antes de la pandemia. Y varios países se han lanzado a la “caza” de estos trabajadores como España, Costa Rica o Panamá.

Algunos partidarios mencionan entre los mayores atractivos del nomadismo digital, el que permite a las personas mantener un equilibrio entre su vida personal y profesional, compaginando las obligaciones con las pasiones o motivaciones.

Y respecto a las organizaciones, señalan las facilidades para atraer nuevos talentos –por ejemplo, más jóvenes, en el caso de algunos países que tienen una población más envejecida- o simplemente retener a sus talentos, mostrando la flexibilidad laboral como una ventaja competitiva. Además, pueden sumar colaboradores con miradas más globales, diversos niveles de especialización y con altos niveles de autogestión.

Desafíos

Aunque muchos países ya han establecido legislaciones especiales para atraer a estos trabajadores sin residencia fija, la legislación fiscal internacional todavía no está adaptada a esta realidad.

 

En muchas partes del mundo las pocas regulaciones del trabajo “transfronterizo” pone aún a los nómades digitales en una especie de “limbo legal”. Por su parte, las empresas tienen dificultades aún con las diferencias de legislaciones laborales en los países, las tributaciones o las restricciones migratorias.

Se espera que estos temas sean tratados en la próxima Conferencia Ministerial de Economía Digital de la OCDE, que se celebrará entre el 13 y el 16 de diciembre de 2022 en las Islas Canarias, uno de los 10 destinos mundiales para los nómadas digitales que más ha crecido.

Visa nómada digital

Una de las herramientas legales que se está comenzando a aplicar en algunos países para abordar este tema son las llamadas “Visa de nómada digital”. De acuerdo al informe publicado por la OCDE, en 2020 aparecieron los primeros esquemas de este tipo de visas en los países de esta comunidad a la que pertenece Chile y el estatus especial para trabajadores remotos continúa extendiéndose. Actualmente son pocos aún los países que ofrecen visas o permisos específicos para nómadas digitales, pero lo expertos consideran que esto cambiará rápidamente. Esto, porque los gobiernos esperan que estos permisos generen beneficios económicos para los países (impuestos y consumo local), pero también impulsen la innovación.

Aunque Chile no cuenta con visas especiales, es un país atractivo para los nómadas digitales. El programa Start up en 2010 fue pionero en ofrecer incentivos a profesionales y emprendedores extranjeros para venir al país. También atrae negocios relacionados. Una de las cadenas más importantes de hoteles especialmente destinados a este tipo de trabajadores itinerantes, Selina, ya tiene operaciones en Pucón y está pensando en extenderse pronto a San Pedro de Atacama y Santiago.

Aunque aún hay varios asuntos importantes que los países deben resolver para atraer a los nómadas digitales, como temas de migración, impuestos o seguridad social, este fenómeno parece estar en auge global y resulta cada vez más atrayente para las personas y las empresas.

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